Desarrollar una solución de conectividad IoT desde cero puede ser un desafío. La conectividad es el aspecto más crucial en el Internet de las Cosas (IoT), esto se debe por estas razones: (1) sin ella, los dispositivos no pueden conectarse a Internet. Además, necesitas un portal (2) para gestionar tu conectividad y ofertas. Este portal debe estar estrechamente integrado con un (3) sistema de facturación transparente para cobrar a los clientes de manera correcta. Por último, para ayudar a tus clientes en su crecimiento, es fundamental contar con (4) servicios excelentes y una (5) API completa.
1) Conectividad global, estable y redundante
La conectividad global y estable es fundamental para cualquier sólida solución IoT. Al conectar tus dispositivos IoT a nivel nacional e internacional, la conectividad celular es la opción preferida debido a su confiabilidad y amplia disponibilidad. Ofrece de manera constante una conectividad confiable, incluso en lugares remotos, convirtiéndose en la elección principal para implementaciones de IoT. Utilizar redes celulares garantiza una red consistente y confiable para tus dispositivos IoT.
Para obtener esta opción de conectividad, tienes dos opciones:
Opción 1: Registrarse como proveedor, obtener tu propio IMSI y negociar acuerdos de roaming con otros proveedores. Este camino puede ser complejo y llevar tiempo, siendo principalmente adecuado para organizaciones más grandes o aquellas con requisitos regulatorios específicos.
Opción 2: Puedes colaborar con un proveedor de red celular para un enfoque más rápido y sencillo. Numerosas compañías de telecomunicaciones ofrecen servicios específicos para IoT, lo que te permite aprovechar su infraestructura y experiencia. Aunque tienes un control limitado sobre la conectividad y dependes en gran medida de tu socio, puedes obtener rápidamente conectividad mundial. Al consolidar la conectividad de múltiples proveedores en tu paquete, aseguras una cobertura global, asimismo mayor rentabilidad.
2) Plataforma de gestión de conectividad
Una vez que hayas establecido la conectividad, la gestión eficaz es esencial. Aquí es donde entra en juego una plataforma de gestión de conectividad (CMP). Un CMP es una solución de software centralizada basada en la nube diseñada para simplificar la gestión, control y optimización de la conectividad celular para dispositivos de Internet de las Cosas. Los CMP suelen ofrecer las siguientes características:
Control centralizado: Un CMP sirve como un panel unificado que le permite a los usuarios supervisar y gestionar la conectividad de toda su flota de dispositivos IoT.
Optimización de la conectividad: Las herramientas y análisis se integran en los CMP para reducir el tiempo de inactividad y maximizar la eficiencia de la transmisión de datos.
Gestión del uso de datos: Los dispositivos mal configurados o mal utilizados pueden dar lugar a un consumo excesivo costoso. La implementación de límites mitiga el riesgo de tales incidentes.
Diagnóstico remoto: En IoT, múltiples dispositivos se encuentran en áreas remotas o de difícil acceso, lo que hace que el diagnóstico y la resolución distantes sean cruciales. Un CMP permite el diagnóstico y la resolución remota, reduciendo la necesidad de intervención física. Puede detectar problemas, restablecer dispositivos e instalar actualizaciones sin requerir una visita al sitio.
Soporte en redes cruzadas: Numeras implementaciones de IoT dependen de diversas tecnologías de red (2G, 3G, 4G, 5G, Wi-Fi, etc.). Un CMP puede gestionar dispositivos que utilizan diferentes tecnologías de red y varios operadores en cada país, asegurando transiciones de conectividad fluidas y una cobertura más amplia.
La monitorización en tiempo real y las alertas son decisivas para evaluar el rendimiento de los dispositivos IoT. Los CMP proporcionan datos instantáneos sobre el estado y el rendimiento del dispositivo, lo que permite configurar alertas para anomalías o superación de umbrales.
3) Sistema de facturación sólido y transparente
Las implementaciones de IoT requieren una facturación precisa y una gestión de costos debido a las complejidades de múltiples dispositivos y conexiones.
Control de costos: Con muchos dispositivos IoT en funcionamiento, es fácil perder el rastro del uso de datos y los costos. Un sistema de facturación claro proporciona información en tiempo real sobre el uso, lo que ayuda a las organizaciones a gestionar los gastos y evitar excesos.
Presupuesto predecible: La facturación precisa permite a las empresas presupuestar y asignar fondos con precisión.
Modelos de precios personalizados: Algunas implementaciones de IoT pueden requerir modelos de precios especializados, como planes de datos escalonados, pago por uso o estructuras de facturación personalizadas. Un sistema de facturación claro puede satisfacer estos requisitos, ajustando los precios a casos de uso específicos.
Confianza del cliente: La transparencia en la facturación fomenta la confianza con los clientes y socios. Proporciona claridad sobre los costos y el uso, reduciendo la posibilidad de disputas y mejorando estas relaciones.
4) Un equipo de servicio y soporte dedicado
Los sistemas IoT están en constante funcionamiento, con dispositivos operando las 24 horas de los 7 días de la semana. Sin embargo, los problemas pueden surgir en cualquier momento. Un equipo especializado proporciona una resolución rápida de obstáculos técnicos, previniendo la inactividad y manteniendo la fiabilidad de la red. Este soporte proactivo mejora el rendimiento y la eficiencia del IoT, mientras que le asegura a los usuarios que pueden contar con un socio confiable que puede atender sus necesidades de manera rápida. En última instancia, garantizar una solución de conectividad IoT robusta y receptiva depende de un equipo de servicio y soporte dedicado.
5) API completa para integrarlo todo
Una API completa le permite a los clientes integrar sin esfuerzo su ecosistema IoT en las aplicaciones actuales. Al proporcionar una API bien documentada y versátil, las empresas pueden desbloquear numerosas posibilidades. Esta capacidad de integración permite un intercambio fluido de datos y funciones entre dispositivos IoT y el software del cliente, ya sea un sistema de planificación de recursos empresariales (ERP), una aplicación personalizada o una plataforma en la nube. Una API sólida fomenta la colaboración y la eficiencia, potenciando la toma de decisiones basadas en datos y la automatización. En esencia, un API robusto garantiza la integración sin problemas de la solución IoT como un componente valioso e interconectado dentro del marco tecnológico completo del cliente, mejorando su eficiencia operativa y efectividad en general.