La micromovilidad compartida se refiere a vehículos pequeños y ligeros disponibles para todos, que a menudo son eléctricos y están diseñados para recorrer distancias cortas dentro de ciudades y suburbios. Estos vehículos son compactos y ágiles, maniobrando fácilmente por calles congestionadas y ofreciendo un transporte conveniente y respetuoso con el medio ambiente para viajes cortos.
Ejemplos comunes incluyen monopatines eléctricos, bicicletas eléctricas y patinetas eléctricas. Algunos incluso incluyen coches eléctricos compactos.
A continuación se presentan ejemplos de empresas en la industria de la micromovilidad y los vehículos que ofrecen para uso compartido:
Monopatines eléctricos compartidos: Lime, Voi, Tier, Spin, Bird.
Bicicletas eléctricas compartidas: Jump (de Uber), Nextbike (de Tier).
Coches compartidos: Miles, Car2go (de Sharenow).
Motos eléctricas compartidas: Emmy, Cityscoot.
Para obtener más información sobre los diversos participantes en este campo, Micromobility.io ofrece una excelente visión general del panorama de la micromovilidad que se puede encontrar aquí.
¿Cómo funciona realmente la micromovilidad compartida?
La micromovilidad se ha vuelto popular en las ciudades como una forma de resolver problemas de transporte. Con el auge de la tecnología IoT, las empresas de micromovilidad están encontrando nuevas formas de mejorar la eficiencia, la seguridad y la experiencia del usuario. Así es como se utiliza parte de la tecnología moderna:
Los Sistemas de Seguimiento por GPS son cruciales para el seguimiento de ubicación en tiempo real. Estos dispositivos suelen colocarse en cada vehículo para permitir que los operadores verifiquen la posición exacta de toda su flota en cualquier momento.
Los Sistemas de Telemetría recopilan y envían datos sobre la velocidad, el kilometraje y el rendimiento de la batería de los vehículos, lo que ayuda a facilitar el mantenimiento proactivo y optimizar las operaciones de la flota.
Las aplicaciones móviles para los usuarios permiten encontrar y desbloquear vehículos, gestionar reservas y proporcionar a los operadores información actualizada sobre la actividad y disponibilidad de los vehículos.
El software de gestión de flotas ofrece a los operadores una herramienta centralizada para vigilar y gestionar toda su flota.
La conectividad IoT juega un papel crucial en el sector de la micromovilidad.
Sin la conectividad IoT, sería difícil realizar las acciones mencionadas anteriormente, ya que permite que los dispositivos se comuniquen con Internet. De hecho, la gestión eficiente de flotas y las funciones de seguridad son posibles gracias a la conectividad.
La conectividad IoT permite el seguimiento, monitoreo y control en tiempo real de los vehículos, lo que facilita la gestión de flotas sin esfuerzo. Esto garantiza que los vehículos sean utilizables y seguros. También permite funciones de seguridad como geovallado, predicciones de mantenimiento y cumplimiento de regulaciones.
La conectividad celular IoT (disponible con tarjetas SIM) mejora la experiencia de conducción a través de aplicaciones móviles para encontrar, desbloquear y pagar por vehículos. Las empresas pueden utilizar esta información para mejorar sus servicios, ampliar su alcance y reducir sus costos operativos.
El sistema recopila datos importantes sobre el uso de vehículos, el comportamiento del usuario y el rendimiento. Las empresas de micromovilidad pueden utilizar los datos de IoT para respaldar la sostenibilidad y reducir su impacto ambiental monitoreando y disminuyendo sus efectos operativos. La conectividad IoT también puede aumentar la eficiencia económica al simplificar operaciones y garantizar el cumplimiento de regulaciones cambiantes, prolongando en última instancia la vida de los vehículos de una empresa.
¿Cómo funciona la micromovilidad compartida sin conectividad?
Aunque algunas empresas en este campo existían antes de la disponibilidad de la conectividad IoT, esta facilitó sus procesos y mejoró su funcionalidad. Imagina si una empresa de carsharing operara sin conectividad IoT:
Los usuarios necesitarían hacer reservas ya sea por teléfono o en persona en una oficina física, como una agencia de alquiler de autos, con disponibilidad de autos menos segura y reservas sujetas a verificaciones manuales para confirmar la disponibilidad.
Recogida física de llaves: para acceder al automóvil reservado, los usuarios deberían recoger una llave en la oficina de alquiler o en un lugar designado.
Seguimiento y seguridad limitados: sin conectividad IoT, la empresa de carsharing no podría rastrear la ubicación de un vehículo en tiempo real. Podrían depender de métodos tradicionales, como registros manuales o inspecciones físicas, lo que dificultaría encontrar y recuperar vehículos perdidos o robados de manera rápida.
Gestión de mantenimiento y combustible: la empresa enfrentaría mayores dificultades para monitorear la condición del vehículo y los niveles de combustible. El mantenimiento regular y la recarga dependerían de verificaciones manuales e informes de usuarios, lo que podría resultar en vehículos menos confiables y seguros.
Facturación ineficiente: la facturación del servicio de carsharing sería menos automatizada. Los usuarios podrían tener que realizar un seguimiento y reportar manualmente su kilometraje y uso.
La experiencia podría ser menos amigable para el usuario debido a la ausencia de una aplicación móvil y seguimiento en tiempo real.
Todo lo anterior limitaría la escalabilidad de la empresa de autos compartidos.
En resumen, una empresa de carsharing podría funcionar sin conectividad, pero enfrentaría muchos desafíos operativos y estaría limitada en su capacidad de crecimiento. La conectividad IoT mejora la micromovilidad compartida haciéndola más eficiente, segura y fácil de usar. Permite el acceso remoto al vehículo, el seguimiento en tiempo real y operaciones simplificadas. En resumen, la conectividad IoT es esencial para el crecimiento y el éxito de los sectores de micromovilidad compartida, no solo un lujo tecnológico.